Cuando pensamos en la salud de nuestros perros y gatos, solemos enfocarnos en la alimentación, las vacunas o el tratamiento de enfermedades. Sin embargo, el cuidado de la piel es un aspecto a menudo subestimado, pero de vital importancia. Lejos de ser solo una cuestión estética, la piel es un órgano fundamental para el bienestar animal y, de hecho, se considera un «espejo» de su estado de salud, tanto física como psicológicamente. Un sistema de cuidado deficiente puede incluso convertir la piel en una puerta de entrada para diversas enfermedades.
Diferencias y Particularidades de la Piel Animal
Es importante entender que las necesidades de la piel varían significativamente entre especies y tipos de pelo. Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid, explica que la piel de los gatos es, en general, más delicada que la del perro, que suele ser más gruesa, con la excepción de razas felinas como el Sphynx, que tiene una piel más tupida.
Además, la piel de perros y gatos difiere considerablemente de la nuestra. Tienen escasez de glándulas sudoríparas y una mayor cantidad de glándulas sebáceas, que segregan una sustancia aceitosa que contribuye a mantener el pelo suave y flexible. La piel también alberga microorganismos específicos de cada especie, lo que subraya la importancia de utilizar productos adaptados para ellos (como champús específicos) para prevenir patologías como dermatitis o alergias.
Prácticas Esenciales para una Piel y Pelo Saludables
El cuidado del manto varía según el tipo de pelo (corto, largo, duro, rizado o con subpelo denso), pero en todos los casos, la herramienta más eficaz para mantenerlo sano y limpio es el cepillado frecuente.
• El Cepillado:
◦ Para perros, el cepillado es crucial, y se deben usar peines o cardas adaptadas a cada tipo de pelaje.
◦ Para gatos, el cepillado también es muy aconsejable para que su pelo esté en mejor estado. Es especialmente importante en época de muda para evitar que ingieran demasiado pelo y se formen bolas que les obstruyan el intestino. Además, los felinos de pelo largo, como el Persa o el Maine Coon, requieren un peinado más frecuente; se recomienda acostumbrarlos desde pequeños para evitar la formación de nudos.
• El Baño:
◦ Para perros, la frecuencia recomendada es cada tres o cuatro semanas, siempre utilizando productos específicos. En épocas de frío, se debe reducir la frecuencia.
◦ En el caso de los gatos, generalmente se puede prescindir de los baños. Ellos mismos se encargan de mantenerse limpios gracias a su lengua, que está llena de papilas ásperas que les permiten eliminar la suciedad y renovar el pelo.
Es fundamental destacar que el pelo es un órgano protector que resguarda al animal no solo del frío, sino también del calor, ya que debajo del manto se crea una cámara de aire que reduce el riesgo de sufrir un golpe de calor. La caída del pelaje está influenciada por factores como las horas de luz solar y la temperatura. En animales que no tienen acceso al exterior, la muda puede mantenerse en el tiempo debido al uso de la calefacción. Sin embargo, la muda estacional con abundante caída de pelo no es una enfermedad si el manto se mantiene tupido, brillante y con buen aspecto.
Señales de Alerta: ¿Cuándo la Piel No Está Sana?
La piel suele darnos claras indicaciones cuando algo no anda bien. Algunas señales comunes incluyen:
• Prurito (pequeños granitos).
• Picor.
• Eritema o enrojecimiento.
• Caspa abundante.
• Alopecia (calvas o caída de pelo).
En el caso de los gatos, el primer indicio de un problema cutáneo suele ser la formación de calvas. Estas pueden ser causadas por problemas de salud como sarna o tiña (que deben descartarse primero) o por estrés, lo que provoca que se laman en exceso. También pueden formarse pequeñas costras, que podrían indicar una de las enfermedades cutáneas más frecuentes en gatos: el granuloma eosinofílico (una lesión inflamatoria). Otro problema común es el acné felino, que se manifiesta como una obstrucción de los poros (usualmente en la barbilla), formando pequeños puntos negros. Una higiene adecuada suele ser suficiente, pero a veces puede infectarse y requerir tratamiento.
Cuidados Específicos y Prevención
El color del pelo también influye en los cuidados de la piel. Especialmente en gatos, pero también en perros de color blanco o muy claro, es crucial protegerlos del sol, evitando la exposición durante las horas centrales del día. En verano, se puede aplicar crema solar en zonas sensibles como las puntas de las orejas y la trufa, ya que estos animales pueden sufrir quemaduras y, con el tiempo, desarrollar un carcinoma (cáncer de piel).
Finalmente, las revisiones anuales veterinarias son imprescindibles. El especialista podrá indicar las desparasitaciones más adecuadas según la zona donde vive la mascota para prevenir el contagio de pulgas o garrapatas.
Cuidar la piel de tu mascota es invertir en su salud general y bienestar a largo plazo. Observa, cepilla y consulta a tu veterinario ante cualquier señal de alerta.
Fuente: El País