Robert Redford (1937-2025): El Legado del Ícono que fue Mucho Más que una Cara Bonita
El mundo del cine está de luto. Robert Redford, una de las figuras más carismáticas y fundamentales de Hollywood, falleció este martes 16 de septiembre a los 89 años, mientras dormía en su casa de Utah. Su partida no solo deja un vacío en la pantalla grande, sino que marca el fin de una era para un hombre que fue actor, director, productor y, sobre todo, un visionario que revolucionó el cine independiente. Aunque en sus inicios fue catalogado como «un rubio californiano más», su talento y determinación lo convirtieron en un pilar de la industria.
De la Pintura a la Fama Mundial Nacido en Santa Mónica en 1937, el primer sueño de Robert Redford no fue la actuación, sino la pintura. Sin embargo, el destino lo llevó a los escenarios de Broadway y, finalmente, a Hollywood, donde debutó en 1962. Su consagración llegó con Descalzos por el parque (1967), y durante la década de los 70 se consolidó como una de las estrellas más rentables y queridas del mundo con películas como Tal como éramos y El gran Gatsby.
Su nombre quedó inmortalizado junto al de Paul Newman gracias a dos clásicos que definieron una época: Dos hombres y un destino (1969) y El golpe (1973). A lo largo de más de medio siglo, su elegancia y magnetismo brillaron en papeles memorables que iban desde la crítica política en El Candidato y Todos los hombres del presidente hasta personajes arriesgados en El jinete eléctrico o Una propuesta indecente.
El Visionario Detrás de Cámaras: El Nacimiento de Sundance La huella más decisiva de Redford en la industria no fue frente a la cámara, sino detrás de ella. En la década de 1970, fundó el Instituto y Festival de Sundance, una plataforma creada para dar voz al cine independiente mucho antes de que este obtuviera reconocimiento global. Su visión abrió el camino para incontables cineastas que, de otro modo, no habrían tenido una oportunidad.
Este talento para dirigir se confirmó en 1980 con su debut como director, Gente ordinaria, una película que le valió dos de los premios más codiciados de la Academia: Mejor Película y Mejor Dirección. Curiosamente, a pesar de su aclamada carrera actoral, nunca ganó un Óscar como intérprete, aunque la Academia reconoció su inmensa contribución con un Óscar honorífico en 2001.
Un Hombre Reservado Lejos de los Focos A pesar de la fama mundial, Redford siempre fue un hombre de carácter reservado. En una entrevista llegó a confesar: «Ha sido difícil cargar con la fama y con la imagen de galán que la gente quiso imponerme. No es fácil ser Robert Redford». Buscando un respiro de la vida pública, encontró refugio en Utah, donde compró un terreno en los años 70. Allí pudo combinar su vida familiar con sus dos grandes pasiones además del cine: el arte y la defensa del medio ambiente, una causa que apoyó discretamente durante toda su vida.
En sus últimos años, volvió a actuar junto a Jane Fonda en Nosotros en la noche (2017) y anunció que sería uno de sus últimos trabajos para dedicarse por completo a la dirección y a la pintura, su primer amor. Con su partida, el cine despide a una leyenda, pero su legado perdurará en cada película independiente que encuentre su voz gracias al camino que él abrió.