Nano Folle y el Fin de una Era: Lecciones de Vida, El Miedo y la Crónica Policial
Aureliano “Nano” Folle, periodista y coconductor de Subrayado tarde en Canal 10, se prepara para su despedida definitiva de la televisión a finales de este año, a pesar de que la cadena le pidió que se quedara unos meses más tras su jubilación. Con 68 años y 45 de carrera, Folle considera que es momento de saber salir para que «venga otro peludo».
La trayectoria de Folle, que comenzó con una vida semi nómade siguiendo a padres diplomáticos y pasó por la redacción del diario El País por más de dos décadas, dio un giro crucial cuando, sin buscarlo, fue asignado a la crónica policial en televisión. Este rol, aunque no deseado inicialmente, lo convirtió en una de las figuras más populares del país.
La Lucha contra el Miedo y la Oscuridad
Uno de los temas centrales en la vida de Folle es la superación del miedo, una batalla constante que, asegura, ha logrado ganar. Esta perspectiva se forjó a través de experiencias difíciles, como la pérdida de sus padres de joven y, más recientemente, la lucha contra el cáncer, al que «cagó a trompadas» en dos ocasiones.
Folle insiste en que la oscuridad es necesaria para captar lo bueno, y enseña que no se le debe temer, para que la muerte no llegue de golpe. Ha llegado a la convicción de que el miedo es irreal, al igual que la oscuridad, y que «esencialmente, la vida es luz».
Incluso fue víctima de los delitos que cubría, cuando le robaron todo en su casa. Esta experiencia le permitió entender el «odio» que queda tras un ataque violento, que él describe como un veneno o miedo inoculado que debe ser purgado del alma.
La Evolución del Periodismo Policial.
Folle transformó la crónica policial en televisión. En su llegada al segmento, él detestaba el lenguaje policial de los partes (términos como «la intersección,» «el occiso,» «el sujeto») y buscó darle una mirada periodística, no policial. Se propuso ir más allá de la información policial (que no siempre es fidedigna y a veces tiene un interés) para buscar otras fuentes, como víctimas, testigos y el propio delincuente. Para obtener estas visiones, se quedaba en la escena una vez que las cámaras se iban.
En su filosofía de trabajo, buscó la honestidad, adaptando su vestimenta para ser más «todo terreno» y pareciéndose más al «Nano de la vida». Dejó de usar maquillaje, pues considera que uno debe mostrar la cara que tiene en televisión.
Sobre la naturaleza del crimen actual, Folle observa que la crónica policial ha tomado un gran protagonismo, hasta el punto de ser parte de las campañas electorales. Además, sostiene la teoría de que el narcotráfico y su ganancia (la profesión más rentable del planeta) ha absorbido a mucha de la gente que antes se dedicaba a las rapiñas tradicionales (como en barracas, Abitab o bancos).
Planes Futuros.
A sus 68 años, Folle asegura no tener nada pendiente en los medios. Para su retiro, no tiene un plan rígido, pero sí proyectos: escribir (pues le gusta mucho el desafío de la hoja en blanco), viajar, y cuidar el jardín, a veces descalzo para descargar la electricidad en la tierra. El periodista reflexiona que, al final, el periodismo es una carrera de servicio, y que uno no debe creer que su paso por la televisión lo hace importante.
Fuente: Diario El Observador
“La verdad no es lo que ves”: Nano Folle, el legendario cronista policial, revela cómo encontró la “miel de la condición humana” en la oscuridad.
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