La Revolución Emocional de Camilo: Por Qué Mostrarte Vulnerable Te Hace Más Poderoso
Camilo sobre la salud mental: «No tengo una sola memoria de mi papá o mi mamá diciendo que tenían miedo»
Montevideo, 16 de agosto de 2025 – En un mundo a menudo dominado por la imagen de la fortaleza inquebrantable, cada vez más voces se alzan para abogar por la necesidad imperante de recuperar un lenguaje emocional sincero. En esta vanguardia se posiciona el músico colombiano Camilo Echeverry, quien con su característica sensibilidad y una comunicación directa, se ha erigido en un símbolo de autenticidad para millones de personas.
Su música, sus entrevistas y su presencia pública están marcadas por una profunda disposición a sentir y nombrar lo que siente. Este enfoque fue el eje central de una conversación profunda con sus fanáticos, enmarcada en el ciclo «Aprendemos Juntos 2030», organizado por BBVA.
El Tabú de la Vulnerabilidad: Una Herencia Cultural
Para muchas generaciones, hablar de emociones ha sido un verdadero tabú. Criados bajo el mandato de no mostrarse vulnerables, ni expresar tristeza, miedo o frustración, el artista confiesa que esta dinámica no le es ajena. «No tengo una sola memoria de mi papá o de mi mamá diciendo que tenían miedo ni que estaban tristes. Era como si esas emociones no existieran», relató Camilo, ofreciendo una perspectiva conmovedora sobre la sanación de su propia infancia al ofrecer a su hija un espacio para expresar sus sentimientos.
Sin embargo, Camilo celebra con entusiasmo que esta percepción esté cambiando. Para él, este cambio es no solo necesario, sino urgente. «La vulnerabilidad es ser capaz de abrir las puertas y exponernos con nuestras luces y sombras. Y saber que no te hace más débil, te hace más poderoso», afirmó con convicción. Se empieza a entender que expresar lo que uno siente no solo es legítimo, sino esencial para la salud mental, los vínculos y la creatividad.
Música, Miedo y una Propuesta Revolucionaria.
Más allá de su postura personal, Camilo concibe la música como una herramienta emocional y transformadora. Describió cómo una canción puede transportarte, creando un vínculo profundo, como en la historia de una chica que acompañaba a su padre en sesiones de quimioterapia escuchando sus melodías, convirtiendo ese momento en una conexión íntima.
En un panorama donde la obsesión por las métricas y la competencia es palpable, el artista encontró la liberación en la autoaceptación. «No seré el mejor guitarrista del mundo, pero para tocar como Camilo… Nadie toca como Camilo mejor que yo», aseveró, destacando la importancia de la autenticidad sobre la persecución de logros externos. Contó que durante años buscó impresionar y destacar, hasta que un día descubrió que «el momento en el que uno deja de perseguir las cosas, las cosas lo alcanzan a uno».
El músico también abordó el miedo al fracaso creativo, un fantasma para muchos artistas. Su receta para vencerlo es clara: «Si lo hago, puede que me vaya re mal. Pero si no lo hago, se me pudre el espíritu y mi relación con mi creatividad». Por ello, defiende la acción a pesar del temor: «Hay mucho más que temer en no hacerlo que en hacerlo».
Camilo no duda en calificar de «revolución» a la forma en que aborda las emociones. Para él, conceptos como el amor, la empatía y la expresión emocional no son meras ideas, sino propuestas profundamente transformadoras. «El amor es una propuesta revolucionaria. Es la más revolucionaria en el mundo de hoy», sostuvo.
En tiempos donde mostrarse frágil puede parecer un riesgo, Camilo apuesta por lo contrario. Su mensaje final es un llamado a la esperanza y la sanación: «Cuando le permites a un niño llorar y lo abrazas, estás haciendo una sanación tremenda ahí de un cóctel interno», dijo, concluyendo con la ilusión de que su conversación motive a más personas a desarrollar una nueva relación con su vulnerabilidad.
Por Sol Valls, La Nación/GDA