La hazaña «imposible» de Sandro Dias: dos Récords Guinness en la rampa más alta del mundo
Lo que durante años fue un mito urbano entre la comunidad de skate de Porto Alegre, Brasil, se convirtió en una realidad histórica el pasado 25 de septiembre. El skater profesional Sandro Dias, a sus 50 años, transformó el icónico Centro Administrativo Fernando Ferrari (CAFF) en un escenario para la gloria, estableciendo dos Récords Guinness y llevando el skateboarding a un nuevo nivel.
Un Descenso de Leyenda.
La fachada curva del edificio CAFF, apodada por los locales como «la mayor rampa del mundo», siempre fue objeto de memes y fantasías. Sandro Dias, conocido como el «Rey de los 540», decidió materializar ese sueño. Se lanzó desde una altura de 75 metros, logrando el descenso en skate (drop-in) más alto de la historia. Durante la caída, alcanzó una velocidad vertiginosa de más de 130 km/h, estableciendo también el récord de la velocidad más rápida jamás registrada en un skate estándar.
«Era un desafío que parecía imposible, pero no me detuve porque sabía que estaba haciendo algo grande no solo por mí, sino por el skate mundial», expresó el atleta de Red Bull tras completar la hazaña.
Preparación Extrema para un Reto Monumental.
Este logro no fue producto de la improvisación. Dias se sometió a una meticulosa preparación física y técnica que comenzó en enero. Su entrenamiento incluyó:
• El uso de un chaleco con 40 kg de peso para adaptarse a la tensión de las fuerzas G.
• Pruebas de velocidad en una pista de aeropuerto, donde se acostumbró a rodar a más de 136 km/h.
• Un proceso gradual de aproximación, comenzando con saltos desde 55 metros y aumentando la altura progresivamente.
Durante la caída libre, el skater soportó una fuerza G que multiplicó su peso corporal hasta los 310 kg en algunos momentos, y una fuerza de reacción del suelo que lo llevó a soportar hasta 400 kg con su pie trasero.
Una Rampa Única y la Reacción del Mundo del Skate.
Para hacer posible el descenso, la fachada de hormigón del edificio fue cubierta con paneles de madera contrachapada, creando una superficie segura para el skate. La rampa era tres veces más alta que cualquier otra construida y contaba con medidas de seguridad de última generación, como vallas de aire inflables similares a las usadas en MotoGP. Dias, por su parte, utilizó un protector de columna vertebral y un traje de materiales ligeros de la colección Linea Rossa de Prada.
El impacto de su proeza resonó en todo el mundo. Ryan Sheckler, skater estadounidense y amigo de Dias, declaró: «Siempre ha estado superando los límites. (…) Y a sus 50 años, ver algo así y hacerlo realidad demuestra el amor que siente por el skate».
La leyenda del deporte, Tony Hawk, fue aún más lejos: «Sandro ha superado a todos los demás por cinco veces. Se puede llegar aún más lejos de lo que jamás imaginamos».
Un Legado que Inspira.
Sandro Dias no es un desconocido en el mundo del skate. Con seis campeonatos mundiales de Vert en su haber y siendo el primer brasileño en aterrizar un 900 en competición, su carrera es una de las más destacadas. Además de sus logros personales, Dias se dedica a popularizar el deporte en su país a través del Instituto Sandro Dias, que ofrece acceso gratuito al skate a jóvenes en situación de vulnerabilidad, inspirando a las nuevas generaciones a superar sus propios límites.