¿Habrá Ratatouille 2? La condición clave que pide la voz de Remy para una secuela
En una era donde Pixar parece apostar fuerte por la nostalgia y la expansión de sus universos más queridos, los fanáticos se hacen una pregunta inevitable: ¿qué pasará con Ratatouille?. Tras el arrollador éxito de Inside Out 2 y con Toy Story 5 y Los Increíbles 3 en el horizonte, la idea de una segunda parte para las aventuras del pequeño chef Remy parece más posible que nunca. Sin embargo, su actor de voz principal, Patton Oswalt, ha puesto una condición muy clara sobre la mesa.
Un final perfecto que no necesita continuación.
Estrenada en 2007 bajo la dirección de Brad Bird, Ratatouille se convirtió en una de las obras más aclamadas de Pixar. La película narra la inspiradora historia de Remy, una rata con una pasión desbordante por la cocina que, contra todo pronóstico, logra cumplir su sueño junto a su amigo humano, Linguini. Para muchos, el final de la película es inmejorable: tras el cierre de Gusteau, ambos fundan su propio bistró, un lugar donde tanto humanos como ratas son bienvenidos.
El propio Patton Oswalt considera que este desenlace es una conclusión «redonda y deliciosa». En sus propias palabras, se siente «totalmente feliz sin una secuela», ya que la historia original se sostiene perfectamente por sí misma y no requiere añadidos forzados.
La única condición: la genialidad de Brad Bird
Durante una entrevista, a Oswalt se le preguntó directamente bajo qué circunstancias aceptaría volver a interpretar a Remy. Su respuesta fue directa y apuntó a una sola persona: el director de la cinta original. «El mundo donde eso existe es donde Brad [Bird] piensa una gran idea; hasta que eso suceda, no ocurrirá».
Para el actor, no es suficiente con querer capitalizar el éxito o repetir fórmulas que ya funcionaron. El verdadero motor para una secuela debe ser una propuesta creativa sorprendente y «asombrosa» que justifique reabrir una historia tan querida. La confianza en el director es total, pero la exigencia es alta: la calidad artística está por encima de cualquier interés comercial.
En medio de la fiebre de secuelas, un llamado a la originalidad
La postura de Oswalt resuena con fuerza en el contexto actual de Pixar, que se encuentra en una etapa de expansión de franquicias. Con proyectos como Coco 2 también en desarrollo, la tendencia es continuar explorando mundos ya establecidos.
Sin embargo, la visión de Oswalt es un claro llamado a la responsabilidad creativa. Al sostener que «Ratatouille tiene un final satisfactorio», defiende el valor de las obras que ofrecen un cierre natural y completo. Su mensaje privilegia la calidad sobre la cantidad, una idea que resuena con su aprecio por la comedia genuina, aquella que nace del amor y la pasión por un tema, y no del simple deseo de explotarlo.
En definitiva, el futuro de Ratatouille 2 no está en una sala de juntas ni en los números de taquilla, sino en la mente de su creador original. Solo una idea verdaderamente brillante de Brad Bird podría llevarnos de vuelta a las cocinas de París.