«Coffee Raves: La Revolución Diurna que Desembarcó en Uruguay»
Coffee Raves: La Revolución Diurna que Desembarcó en Uruguay
En un país con una fuerte tradición nocturna, especialmente en lo que a salidas y bailes se refiere, una nueva tendencia proveniente del hemisferio norte está comenzando a redefinir la forma en que los uruguayos eligen socializar y disfrutar de la música: los ‘coffee raves’. Este fenómeno, que ya se consolidó el último año en Europa y Estados Unidos, ha llegado a Uruguay con una premisa clara: derribar los prejuicios asociados a la música electrónica y promover una opción de salida diurna y saludable
Un Boliche a Plena Luz del Día, con Café en Mano
Imagina la escena: dos DJs pasan música electrónica, la gente baila con total soltura o tímidamente, mientras otros conversan animados. Hay juegos de luces, pero es domingo, son las cinco y media de la tarde, y lo que más se consume son vasos de café en lugar de alcohol. Esta descripción, más cercana a un boliche a las tres de la mañana, es la nueva realidad diurna que se vive en Montevideo
El Origen de la Tendencia Global
Los primeros registros de los ‘coffee raves’ datan de al menos el año 2014 en Brooklyn y Manhattan, donde algunos cafés o clubes comenzaron a organizar fiestas laborales a las 8 de la mañana. En aquel entonces, estos encuentros, con jugos y cafés, atraían desde corredores después de entrenar hasta trabajadores corporativos que buscaban activar su cuerpo con música y cafeína antes de la jornada laboral. Tímidamente, otras ciudades replicaron estas propuestas hasta que, en los últimos dos años, se extendieron por Europa, ya no solo como una forma de activarse, sino como un plan de fin de semana en sí mismo. No fue hasta este año que el fenómeno llegó a Sudamérica, con Buenos Aires como epicentro, y en cuestión de días o meses, hizo eco en Uruguay.
Uruguay se Suma a la Movida: Ejemplos en Montevideo
El pasado domingo fue un claro indicio de la llegada definitiva de esta tendencia a Uruguay. Varios locales en Montevideo ya son pioneros de esta experiencia:
• Koffee Skates (Punta Carretas): Este espacio, una mezcla de cafetería y tienda de patines y skates, fue impulsado por Bruno Barthaburu, quien, familiarizado con el mundo de la electrónica en sus viajes, decidió traer el concepto a Uruguay. Aunque el uruguayo puede ser «vergonzoso, más criticón y tímido» ante lo nuevo, la primera ‘coffee session’ en mayo superó las expectativas con 350 personas. Barthaburu destaca que «la gente de a poco se va sacando la vergüenza, y está buenísimo hacerlo con café y no depender del alcohol para bailar». Las opciones más vendidas aquel domingo fueron el «flat white» y el «caramel», adaptándose a distintos paladares
• Desmadre (Ciudad Vieja): Más de cien personas se concentraron en este local, que pasó música en su patio desde las 10 de la mañana. Nicolás Barbero, dueño de Desmadre, pactó cuatro fechas para el invierno y planea agregar más en primavera. Un desafío en Uruguay, donde el público no es tan mañanero como en el hemisferio norte, fue empezar de mañana. Sin embargo, el público «entendió que podía venir a las 11 o 12 a tomarse un cafecito y bailar»
• Cardenal (Carrasco): La recién abierta franquicia en Carrasco aprovechó sus grandes dimensiones para organizar ‘coffee raves’. Mariana Demarco, propietaria, contó que la primera edición fue un éxito, atrayendo a cien personas y vendiendo más de cien cafés, sin alcohol en la propuesta. La idea es organizar alrededor de una fiesta de café por mes.
Reivindicando la Música Electrónica y la Socialización Consciente
Uno de los pilares de este movimiento es la reivindicación de la música electrónica. Bruno Barthaburu explica que la gente tiende a «relacionar mucho la electrónica con las drogas, la noche y la oscuridad». El objetivo de estas fiestas es demostrar que «se puede pasar bien sin necesidad de alcohol ni otras drogas. La búsqueda es esa». Romina, bailarina del mundo techno, celebra sacar a la electrónica de ese «mundo oscuro, de la noche y la droga»
Además de ser una opción saludable, los ‘coffee raves’ son vistos como un complemento a la oferta existente, no un reemplazo de las salidas nocturnas. Para muchos, como Bruno Barthaburu, es una forma de «crear planes distintos durante el día» en una ciudad que, sobre todo en invierno, puede sentirse «medio gris». Es un espacio que abre las puertas a personas de todas las edades —incluso se vio a un hombre de 65 años bailando— y también a mascotas. Jóvenes que antes vivían estas sesiones a través de pantallas en YouTube, ahora pueden disfrutarlas en persona, valorando la posibilidad de «hablar más, estar más tranquilos» y, por supuesto, disfrutar de su pasión por el café mientras bailan
¿Una Moda Pasajera o un Fenómeno para Quedarse?
Aunque nadie puede afirmar si los ‘coffee raves’ son una moda pasajera o un fenómeno que llegó para quedarse, la respuesta inicial del público uruguayo es prometedora. El éxito en los primeros eventos y la demanda demuestran que, por lo pronto, los uruguayos están listos para seguir brindando con café y bailando a plena tarde, enriqueciendo así la vida social y cultural de sus ciudades