Álvaro Delgado: De la Banca a la Causa, un Liderazgo Pleno en el Partido Nacional
Un Paso al Costado para Asumir un Compromiso Total
Este martes, el panorama político uruguayo presenció un movimiento significativo: el Senado aprobó la renuncia de Álvaro Delgado a su banca. Esta decisión, que llega casi un mes después de haber asumido la presidencia del Honorable Directorio del Partido Nacional (PN), no es casualidad, sino el reflejo de un compromiso que exige «entrega plena, vocación de articulación y dedicación total». Varios de sus correligionarios habían reclamado que dejara su escaño para dedicarse exclusivamente al rol partidario.
Convicción y Deber: Un Dilema Transformado en Desafío
En su último discurso como senador, Delgado reflexionó sobre la vida política, que define como la «representación de otros», transitando entre «convicciones y deber». Hizo referencia al «estrecho pretil» del que hablaba Max Weber, entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad, afirmando que no lo vive como un dilema, sino como un desafío. Para Delgado, cuando la coincidencia entre ambos es total, la decisión es «rotunda y clara», como en este caso. Su mantra resonó con fuerza: «Vengo a hacer lo que debo para poder servir mejor desde donde quiero».
La Causa por Encima del Cargo: Una Filosofía Reincidente
Delgado enfatizó que, si bien deja la banca, no abandona «la causa». Recogió una frase de Wilson Ferreira Aldunate: «Lo que da la fuerza no es el cargo, es la causa», una máxima que, según él, resume su sentir.
Curiosamente, esta no es la primera vez que Delgado renuncia a su escaño en la cámara alta. El 15 de febrero de 2020, también dimitió para asumir la Secretaría de la Presidencia de la República, demostrando una coherencia en su forma de entender el servicio público y partidario. La banca que deja será ocupada por el exministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero.
Elogios y Altas Expectativas de sus Colegas
La decisión de Delgado fue acompañada de emotivas palabras y elogios por parte de sus compañeros de bancada:
• Martín Lema (senador nacionalista) destacó la «decisión muy jugada» de Delgado, señalando que «esos gestos hay que valorarlos». Lema, quien había sido uno de los que públicamente sugirió la renuncia de Delgado, expresó que las expectativas sobre su liderazgo en el PN son «muchas», basadas en sus «credenciales y antecedentes».
• La senadora Graciela Bianchi resaltó la «amistad» que la une a Delgado y su papel en su incorporación al PN. Elogió sus «características excepcionales de negociador», a quien describe como alguien que «borda» además de negociar, aunque a su gusto, a veces negocia «demasiado».
• El senador Sebastián da Silva subrayó el «don de gente, la capacidad, lo buena persona que es» de Delgado, así como su preparación para cualquier rol. Para Da Silva, el principal desafío de Delgado como presidente del PN será «lamer las heridas de la derrota, asumir una autocrítica fundamental, franca, sincera y respetuosa, y dar la batalla cultural de aquí en más» para asegurar la vitalidad del partido de cara a sus 190 años en 2026.
La renuncia de Álvaro Delgado al Senado marca el inicio de una etapa de dedicación plena a la conducción del Partido Nacional, un desafío que sus colegas ven con grandes expectativas y la convicción de su capacidad para liderar el futuro del partido.